lunes, 26 de febrero de 2018

TUDELA, PARAISO "PAL" VEGETARIANO

Espi me propone una invitación a Tudela para alargar el 48 cumpleaños. Está claro que no me puedo negar a pasar por la ciudad de las verduras por excelencia, ¿no? Y lo de siempre, ni cortos ni perezosos nos ponemos a organizar la maletita para pasar un día por allí y disfrutar de una cena de lujo, que, como dice ella: "Aún sigue siendo tu cumple".

Y después de aparcar, empezamos nuestra aventura por Tudela; un municipio de Navarra situado a 94 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Hace tan bueno que, antes de ir al hotel, decidimos tomar una cervecita para hidratar.

Dejadas ya las maletas, un paseíco obligatorio callejeando, en busca de rincones mágicos.

Totalmente recomendable subir hasta el monumento al Corazón de Jesús, con un tamaño de 12 metros de alto y desde donde podemos ver toda la ciudad y el río Ebro. 

Increíble la Catedral de Santa María de Tudela... 

... con una entrada que dejó hipnotizada a Espi durante bastante tiempo.

La verdad es que toda la ciudad es muy bonita. Unos buenos ejemplos son: el Mercado de Abastos lleno de verduras, una inmensa variedad de fachadas antiguas, (algunas llenas de platos), y calles empedradas que invitan a no dejar de pasear.

Y llegamos a la Plaza de los Fueros, que está incluida entre las 17 plazas más bonitas de España. Y dimos fe de ello. Ya iba atardeciendo y tocaba empezar a tomar las verduritas que tan famosa han hecho a Tudela, ¿no?

Un vinito de Navarra, concretamente EMERGENTE, Crianza del 2014. Increíble.

Cogollos de Tudela,  pimientos cristal rellenos y alcachofas asadas, obligatorias en Tudela, y algunas delicias más. Manjares que degustamos en un rincón de Tudela con motivo de mi 48 cumpleaños... Gracias Espi por hacerlo todo tan mágico y querer seguir hacendo la vida tan increíble.

Y como cierre del día, Espi no pudo resistirse a dibujar en el mantel a los comensales que tomaban una caña en el local... Si es que cuando la vena de artista le sale, no se la puede parar.

lunes, 19 de febrero de 2018

48 AÑOS "LLEVO VIVO"

Y el tiempo pasa, la vida se consume... 48 años llevo ya cumplidos. Otro 17 de febrero que paso victorioso en esta vida. Me hago viejo...jajajajajaja... Ya, ya...¡eso ni de coña!, porque cada día me siento más joven y con más ganas de seguir planteándome retos y más retos para mantenerme con ilusiones. Este cumpleaños ha sido muy especial, porque mi papá quiso pasarlo junto a mí. ¿Qué mejor regalo?.

Paseando por la Ciudadela junto a mi Espi y mi padre. De corazón digo: imposible mejor... Feliz.

Un café en el japo, y después hasta lo más alto para que vea mi padre dónde paso tanto tiempo cada día... Vaya regalo estar simplemente allí juntos.

Después otro paseo hasta Santa Cruz de la Serós, un pueblo del que mi padre esta enamorado.

Y comida de cumpleños para reponer fuerzas. Qué bien, qué feliz y que a gustito con mi Espi y mi padre...

Y siguen los regalos. Le enseño a mi padre mi ruta preferida, la subida a Peña Oroel. Así, siempre que esté por ahí, sabrá por dónde ando. Hacía muuuuuucho fríooooooo... jejejejeje...

Y no podía faltar la tarta. Gracias a Pilar HELSE por una tarta de lujo con sabor a Gin Tonic. Inmejorable todo... 48 años cumplidos y un recuerdo para siempre. La compañía lo mejor.

Y al día siguiente, de camino a Bilbao, paramos en un pueblo llamado Orozko, ya en el País Vasco. Habíamos leído sobre un restaurante en el que se comía de lujo. Quisimos comprobarlo.

Puf... y así fue. Manjares para la segunda comida de cumpleaños.

Un cumpleaños de LUJO junto a mi Espi y a mi padre. Así sí se cumplen bien años.

Gracias PAPÁ por la paliza que te has dado para pasar unos días junto a mí y celebrar mi cumple. El mejor regalo que podía tener es que estuvieras a mi lado este día tan especial. Feliz de tenerte, orgulloso de que seas mi padre, de lo bien que te has portado y de lo mucho que te quiero. Gracias de corazón por cada momento.

Gracias ESPI por seguir teniendo ilusión y transmitirme tando cariño. Eres lo mejor que tengo en la vida, eres mi vida. Te quiero mi Espi.

Gracias por todas las llamadas de la gente que se ha acordado, siempre es una ilusión...

MAMÁ, estés donde estés siempre juntos... faltabas tú. Siempre te llevo dentro de mi corazón. Seguiré subiendo cada día hasta lo más alto para seguir sintiéndote muy cerca de mí.

miércoles, 7 de febrero de 2018

DESDE GORIZ... BAJO LA LUNA LLENA.

Bueno... y como siempre acabé liado por juntarme con Luis y tomarnos unos vinos. Hablando, hablando, me comenta que a finales de enero hay luna llena, y que la podíamos ver desde Goriz, un lugar increíble desde donde incluso podemos subir a algún pico para disfrutar de las vistas. ¿Te animas? Dicho y hecho, con la suerte de que además daban unos días espectaculares de sol y buen tiempo.

Me pongo en marcha, dejo el coche en la pradera y me dirijo hacia la Cola de Caballo, para luego subir por las clavijas, donde me espera Luis para ir juntos a Goriz por el camino de invierno. Día espectacular.

Una vez pasadas las clavijas, y haberme ya encontrado con Luis, que estaba en la Cola de Caballo, nos sentamos a disfrutar de las vistas antes de continuar hasta el refugio de Goriz.

Y ya en Goriz, nos espera Pilti... jejejejeje... Una duchita, algo para beber y a descansar para mañana subir hasta el Pico de la Custodia (2.519 m), para ver la luna llena.

Después de descansar, me levanto y el día amanece espectacular.

Y decido darme un paseo por los alrededores del refugio, porque el día lo merecía.

Aprovecho para subir al Pico de la Custodia y ver cómo está el camino para disfrutar por la noche de la misma ruta con luna llena.

Impresionante... Llego en camiseta hasta la cima. Es increíble el tiempo tan bueno que hace para ser enero.

Y llegó el momento... una cena llena de carbohidratos, una luna llena... Botas y por ese paseo nocturno.

Después del paseo, llegamos a la cima y flipamos. 15 min disfrutando de cada esquina del parque y a lo lejos Goriz nos muestra el camino de vuelta. Pocas fotos, la cámara que llevo es un mierda... pero me quedo con el recuerdo grabado en mi retina. Bajamos, que el frío empieza a entrar en nuestro cuerpo... De 10 el momento.

Y al día siguiente, toca volver... la meteo se complica.

Volvemos de nuevo por el Pico de la Custodia.

Cresteamos para llegar a nuestro destino.

Nos espera aparcado el "Michu" en una curva por donde pasa el bus que sube a los miradores.

 Y fin de mi paso por Goriz junto a Luis. Días inolvidables que quedarán para siempre.

Gracias Luis por todo. Siempre que subo a Goriz, me siento como en casa.