lunes, 31 de agosto de 2015

CARTA A MAMÁ

Hoy para mí es un día especial y distinto... hoy no hablo de carreras, de viajes, de aventuras... hoy simplemente escribo UNA CARTA A MI MAMÁ.


Mamá, el otro día observando mi ombligo, me paré a pensar en el pequeño y curioso lazo de una conexión tan importante, que me recuerda cómo comenzó mi vida, cómo comencé a ser yo.
Hoy es difícil imaginar que alguna vez fuera tan pequeño, que dependía completamente de alguien, y ese alguien eras tú mamá.
Tú me regalaste tu primera sonrisa y mi primer beso. Estabas a mi lado cuando practicaba mis primeros pasos, fuiste la primera persona que me hizo reír, y escuchaste que la primera palabra que dije fue: papá. Perdóname mamá.
Me encanta que la gente diga que me parezco a ti, porque es verdad. Tenemos los mismos ojos, la misma sonrisa y la misma nariz, y si nos miras de cerca verás que hasta los gestos de nuestras miradas son parecidos.
Siempre seré una parte de ti, porque tú me creaste. Has tallado mi rostro con un millón de gestos cariñosos. Me has enseñado todas las cosas importantes de nuestro mundo y mi lugar en él. Todo lo aprendí de ti, mientras te escuchaba y te observaba.
Has compartido conmigo todos los valores que te hacen tan especial: bondad, perdón, honestidad, perseverancia, consideración, fuerza y quizás algo de paciencia.
También me enseñaste que incluso el día más terrible parece mejor con una sonrisa pensando en ti. Lo que quiero decirte mamá, es que eres la base de cómo soy, de esta personalidad que tanto me está dando en esta vida y sólo me queda una palabra: ¡GRACIAS!

Te quiero más que a mi vida... SIEMPRE JUNTOS. 

domingo, 23 de agosto de 2015

RETO: VUELTA AL ANETO 58 km – 3.700 m+

Esto cada día va subiendo de nivel, cada día el recorrido es más largo, con más desnivel, con más dificultad. La VUELTA AL ANETO 58 km – 3.700 m+, otro reto conseguido. Pistas, senderos, neveros y caos de bloques que rodean el Aneto (3.404 m). Este recorrido empieza en Benasque, pasando por el refugio de La Renclusa, Forau d’Aigualluts, valle de Barrancs llegando al collado de Salenques (2.797m), para volver a Benasque por el valle de Ballibierna... un circuito duro y bello donde las horas te pasan volando perdiéndote en la belleza de tanto ibón y entre grandes personas que sufren a tu lado...

Un dorsal, el 1145. Un mapa deruta y un perfil.

Preparación del material obligatorio, no puede faltar de nada. Dorsal y mapa (entregado por la organización). Imperdibles o sistema de sujeción del dorsal. Manta térmica de supervivencia (mínimo de 140 x 200 mm). Calzado y vestimenta adecuados. Chaqueta con capucha y manga larga impermeable (membrana, acconsejado 10.000 Schmerber) y transpirable (aconsejado RET inferior a 13). Pantalón o mallas largas, por debajo de la rodilla (obligatorio cargarlos; no correr con ellos si no se quiere). (NO perneras.) Camiseta térmica de manga larga (NO manguitos). Guantes largos (con dedos). (NO mitones.) Gorra o buff. Gorro (para proteger del frío). Comida con nº de dorsal marcado en los envoltorios. Vaso reutilizable de 15 cl mínimo para los avituallamientos. Sistema hidratación (mínimo 1 litro). Pastillas potabilizadoras de agua. Silbato. Linterna frontal (mínimo 35 lumens) y un juego de pilas de recambio. Luz roja de posición trasera (tipo piloto de bici). Venda elástica vendaje/tapping. Teléfono móvil con el número de la organización guardado y batería cargada. PUF... ya está todo.

Llego a las 6:00 am. La salida es a las 7:00 am. Esto está a punto de empezar.


Me encuento con Jorge, el crack de los cracks (La Meteo que Viene) una gran persona a la que le encanta disfrutar de estas carreras. Me encuentro a Carol de "Mas Training Pro". Mi entrenadora personal favorita, siempre sonriendo.

Una vez dada la salida, todo es un paraíso lleno de unas vistas increíbles pero también de momentos de flaqueza en los que te apoyas en la gente que se vuelca cuando te ven débil, gente maravillosa que se cruza en el camino. Aquí no hay competitividad, hay compañerismo. FOTO: Alejandro Fuster.

En los momentos de soledad en lo más alto, sólo piensas en que hay que seguir adelante, que lo que se empieza se acaba. Son 58 km de pura alta montaña en los que uno debe tener la cabeza bien amueblada. Muchas veces te sientes solo, pero para mí es el mejor momento, una lucha entre la naturaleza y yo, un mano a mano... en los que lo doy todo, en los que me acuerdo de mi Espi, de mi madre... que son las personas que me dan fuerzas cuando no hay de donde estirar.

Y después de todo, la recompensa, una entrada a meta llena de gente que te grita: Vamooooosss... máquinaaaaa... ¡Joder! no tengo palabras para expresar lo que se siente en esos momentos. Piel de gallina, ojos llorosos... Espi.

Llego a meta extasiado y se acerca María con Vega... me las como a besos. Gracias por darme vuestro apoyo, vuestro tiempo y por cuidarme el día anterior... Os quiero mucho, y no lo digo yo, lo dice mi corazón.

En fin, otro reto conseguido, mi primer ultra en el que disfruté en todo momento. Ahí queda eso.

DEDICADO especialmente a mi Espi y mi madre Araceli, que son las persona que siempre me dan fuerza en cada paso, en cada momento de flaqueza, son la fuerza que me ayuda a mantener cada reto, a ser fuerte y no rendirme nunca. Son mi vida.

MARIA Y VEGA: gracias gracias y mil gracias por esas sonrisas de cada momento, por dejarme un sitio donde pasar la noche para estar fuerte al día siguiente... por ser tan mágicas y tener un corazón tan grande. Esta medalla siempre será vuestra también...

Y todos los que me dieron sus ánimos el día anterior, que son tantos que no voy a nombrarlos porque no quiero que ese me escape ninguno. GRACIAS, va por vosotros.