Todo empieza con la ya clásica recogida de dorsales y valoración del terreno.
Antes de la carrera tuve la suerte de encontrarme con Alex, organizador del Ultra de Canfranc, quien me dio grandes consejos y me animó a disfrutar de estas carreras tan alucinantes. Y allí estaba también Javi, mi gran salvador, al que conocí cuando me perdí el otro día por las montañas y bajamos corriendo juntos. Y también coincidí con Bea y Toni, unos amigos que conocimos en Nepal, grandes personas y muy buena gente.
Y sin más florituras, empieza una carrera llena de barro y niebla...
El recorrido espectacular, sobre todo al pasar por debajo de la cascada de la ruta de las ermitas colgadas... INCREÍBLE.
Para después llegar a la ermita de Santa Orosia que está a 1.555 m de altitud, y desde donde después de un par de kms, empezamos a descender hacia el pueblo de Isún...
Puesto 85 de la general y el 17 de mi categoría con un tiempo de 1:57:33... qué buenoooooooooo y olé.
He aquí mi premio: Espi en la salida y en la meta ¿qué mejor medalla? ¿qué mejor recompensa?... Ah!!!! y la llamada de mi madre para darme ánimos antes de la carrera.
Especial homenaje a Domingo, uno de los cocineros que preparó las mejores migas que ha comido Espi en su vida y que además invitó a un cafelito calentito, aceptando como pago un improvisado retrato que le encantó y no dudó en quedarse.
Felicidades a la organización y a los voluntarios por hacer que todo saliera perfecto, gran trabajo y gran gente. El año que viene, repetiremos. Y a Ramón Osan y Jesus Sanagustin por el pedazo fotos.
2 comentarios:
No hay nada que se te resista,Puto maquina.
Patxi
Gracias Patxi, ya sabes cual es mi truco: DISFRUTAR... gracias siempre por estar ahi siguiendo mis andanzas. Un abrazo enorme amigo y besos a Nuri.
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