DE PASEO POR "MILAN"

Estábamos sentados en en casita y teníamos ganitas de una buena "Pizza"... Espi y yo nos miramos y... ¿pizza? vamos para Italia, por el amor de dios. Así que ni cortos ni perezosos, disparados para Milan, a la ciudad de la moda y las PIZZAAAAAASSSSS...

El primer punto, a tener en cuenta era que tipo de transporte íbamos a utilizar, y lo tuvimos claro desde el primer momento, el tranvía jejejejeje...

El paseo empieza en prospección para buscar un buen restaurante para cenar una buena pizza y un buen vino. ¿Qué nos encontraremos por el camino?

De rebote pasamos por el Castillo Sforzesco, el monumento más imponente de toda Milán, o eso dicen los lugareños del poblado.

Llegamos a Piazza del Duomo. Es la plaza central de la ciudad, preciosa, es una de esas que ves en blanco y negro, como antiguas. Una pasada a lo grande llena de gente y palomas.

Y justamente aladito, la Catedral de Milán, más conocida como Duomo, es una enorme catedral gótica que se encuentra emplazada en el corazón de la ciudad. Un juego de palillos a lo grande, una pasada...

... rodeada de puesto con cantidades industriales de quesos, de los cuales nos llevamos unos cuantos, era imposible no caer en la tentación.

Y pasando por la Gallería Vittorio Emanuele II, flipamos con el lujo a todo trapo, pero, eso si, no te vayas de allí sin pisarle los testículos al toro que encontrarás en forma de mosaico debajo de la cúpula con el talón mientras giras sobre ti mismo. Para los milaneses es todo un símbolo de buena suerte.

Al llegar a la Puerta de Garibaldi, Espi ya saltaba de hambre de pizza, asi que después de toda la ruta turística. llegamos al momento...

... y hemos de decir, que la espera mereció la pena. En esta foto, nada que comentar, la imagen lo dice todo.

Antes de volver al hotel, última visita a la Catedral para verla iluminada...

... y al día siguiente, de vuelta a casa... a la monotonía de Madrid. Es lo que hay.